5 ERRORES QUE NOS ALEJAN DE UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE (Y CÓMO EVITARLOS SIN OBSESIONES)
Comer bien no es tan complicado como a veces parece.
Pero también es cierto que, entre tanto ruido, consejos contradictorios y falta de tiempo, es fácil meter la pata sin darnos cuenta.
Hoy te voy a hablar de cinco errores muy comunes que muchos cometemos al comer, y cómo evitarlos sin necesidad de contar calorías, hacer dietas raras ni volverse loco.
Porque una alimentación saludable puede ser mucho más sencilla de lo que te imaginas… y empieza por pequeños gestos que puedes aplicar esta misma semana.

1. Comer sin hambre real
¿Te suena eso de abrir la nevera solo porque estás aburrido? ¿O comer algo porque “toca” aunque no te apetezca?
Este error es más común de lo que parece. Comemos por inercia, por emociones, por costumbre… y nos olvidamos de escuchar al cuerpo.
¿Qué puedes hacer?
Hazte esta pregunta antes de picar algo: “¿Tengo hambre o tengo ganas de algo?”
Ten siempre a mano opciones ligeras y reales (fruta, pan con tomate, frutos secos…).
A veces, simplemente necesitas un paseo, un vaso de agua o cambiar de actividad.
2. Abusar de los productos “saludables” que no lo son tanto
Barritas energéticas, cereales “fitness”, galletas integrales… muchos productos se venden como saludables, pero si miras la etiqueta, verás azúcar, aceites refinados y un buen puñado de ingredientes innecesarios.
¿Qué puedes hacer?
Prioriza alimentos frescos y de verdad: frutas, verduras, huevos, legumbres, pan del día.
Si vas a comprar algo envasado, busca listas de ingredientes cortas y que entiendas.
No te fíes del envoltorio: el verde y la palabra “light” no siempre son garantía de nada.
3. No planificar (y acabar improvisando mal)
Llegas a casa con hambre y sin ideas. Resultado: lo primero que pillas. Pizza, fideos rápidos o cualquier cosa que tengas a mano.
Este error no es por falta de voluntad, sino por falta de previsión.
¿Qué puedes hacer?
Ten siempre en casa algunos básicos que te salven: huevos, verduras, legumbres, arroz, pan, conservas buenas.
Piensa mínimamente tus comidas de la semana: no es un menú cerrado, es tener una idea general.
Cocinar de más cuando haces lentejas o ensalada, y guardar para otro día, también cuenta como planificación.
4. Creer que comer bien es caro
Otro clásico. Se piensa que para comer sano hay que llenar la despensa de superalimentos de moda.
Pero la realidad es otra: una alimentación saludable se puede hacer con productos humildes y de temporada.
¿Qué puedes hacer?
Compra en sitios donde haya producto fresco y de temporada (ya sabes…).
Aprovecha ofertas reales en fruta, verdura y básicos.
Menús sencillos con arroz, legumbres, verduras, algo de carne o pescado y fruta… es lo más sano y lo más barato.
5. Pasarse de rígido y perder la motivación
Algunas personas se obsesionan con “comer perfecto” y acaban frustradas.
La clave está en el equilibrio. Comer bien no es hacerlo perfecto cada día, sino hacerlo mejor la mayoría del tiempo.
¿Qué puedes hacer?
Permítete caprichos sin culpa. Una caña, un dulce o una tapa no arruinan nada.
Concéntrate en sumar cosas buenas, no en prohibirlo todo.
Piensa a largo plazo: esto no es una carrera, es tu forma de vivir.
En resumen: comer sano no es cuestión de fuerza de voluntad, sino de evitar estos cinco errores tan comunes.
Si empiezas por cambiar solo uno esta semana, ya vas por el buen camino.
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La primavera también es un buen momento para cuidarse sin obsesiones. ¿Te animas?